La reciente migración de profesionales del cine hacia el medio
televisivo ha provocado, junto a otros efectos, una cierta recuperación de
nombres y formas que habían sido apartados de la gran pantalla durante la
última década. Entre ellos resalta la pervivencia –no diremos giro, ni renacer,
ni revisión, ni siquiera adaptación– del viejo western norteamericano que podrían representar los cineastas Walter Hill
con su Broken trail (2006) y
Kevin Costner con la más reciente Hatfields
and McCoys (2012), dos miniseries de notable calidad así como de cálido
recibimiento por parte del público.
Curiosamente,
las dos películas comparten los amplios cánones del género pero desde miradas
opuestas hacia sus primeros fundadores. Broken
trail se inspira en el western romántico
de los años cuarenta mientras Hatfields
and McCoys encarna el pesimismo del western
crepuscular característico de la década de los setenta. La de
Walter Hill es una mirada hacia el pasado nostálgica de un mundo
–y, quizás, de un cine– de pureza raspante y honor viril en armonía con su
paisaje. La de Costner sería, por el contrario, el reverso de aquello: el culmen de su
revisionismo histórico que dio comienzo con la sobrevalorada Bailando con lobos (Dancing with wolves, 1990). Parapetado tras una
historia basada en hechos reales, su miniserie describe con precisión las
guerras entre dos clanes que representan las consecuencias de aquel honor mal asumido:
la violencia, el miedo y la venganza que convierten una apacible región rural
en una prolongación de su guerra civil recién concluida.
Resulta
muy llamativo el diferente tratamiento del paisaje realizado por ambos
directores, Walter Hill y Kevin Reynolds, el álter ego de Costner. Como género romántico por excelencia de su cultura,
el paisaje del western personaliza el
corpus de ideas que van a desarrollar sus relatos. Mientras en Broken trail contemplamos la juventud
de las grandes llanuras de Estados Unidos, en Hatfields and McCoys dominan los montes agrestes que parecen luchar
contra sus protagonistas. En sus imágenes desaparece incluso la línea del horizonte y los habituales contrapicados del
género, constantes en la planificación de Walter Hill, se transforman en los ángulos
picados de Reynolds, donde la tierra escarpada impide a los personajes participar del
paraíso norteamericano.
Broken trail. Director: Walter Hill. Guionista: Alan Geoffrion.
Intérpretes: Robert Duvall, Thomas
Haden Church, Greta Scacchi, Scott Cooper, James Russo. 184 minutos. Estados
Unidos, 2006.
Hatfields and McCoys. Director: Kevin Reynolds. Guionista: Ted
Mann y Ronald Parker. Intérpretes: Kevin
Costner, Bill Paxton, Tom Berenger, Jena Malone, Powers Boothe, Mare Winningham.
285 minutos. Estados Unidos, 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario