Basta
un rostro para alumbrar una película. Un rostro femenino, poliédrico, de
secretas simas. Anouk Aimee en Un hombre y una mujer (Un homme et une
femme, 1966). Liv Ullmann en Persona (1966). Anna Karina en Vivir
su vida (Vivre sa vie, 1964). Juliette Binoche en Azul (Bleu,
1994), en La cita (Rendez-vous, 1985) o en El paciente inglés
(The English patient, 1996). De hecho, basta el rostro de Juliette
Binoche para alumbrar cualquier película. Kiarostami no la olvidó en su oda a
las facciones femeninas que es Shirin (2008). En Ellas
(Elles, 2011) de Malgorzata Szumowska, su mirada es el centro sobre el
que gravita lo demás a su alrededor.
La excusa narrativa
apenas cubre el ciclo de un día natural. Comienza con una secuencia de mañaneo y
despertar somnoliento y termina con una conversación nocturna entre el marido y
la mujer. En ese espacio de tiempo crece con alma de jardinero un relato
insinuado e insinuante, narrado en susurros, primeros planos, desenfoques sutiles
e introspectivos. Cámara en mano, por supuesto. Bajo una estructura fragmentada
que dispersa las emociones en cuadros interconectados por el artículo que
intenta escribir el personaje de Juliette Binoche. Tres historias de mujeres
que, a través de la comunicación de sensaciones íntimas, se van asimilando de forma
progresiva en sus comportamientos, en sus dudas, sus secretos.
Así la película se
arrastra lánguida, suave, al borde de la anemia dramática. Por sus imágenes se
diría que fluctúan ciertos temas interesantes que convencen menos cuanto más se
tratan en relación a estereotipos: la liberación de la mujer, la realización
personal, el concepto de familia, la prostitución como metáfora y como trabajo
remunerado. Guarda relación el discurso de Szumowska con La tormenta de hielo (The ice
storm, 1997) de Ang Lee, pues ambas describen la indefensión de sus
personajes ante el cambio de mentalidad, el derribo progresivo de los baluartes
morales asignados por la tradición; si bien represivos también confortables, en
cierto modo.
Esa indeterminada
narración que establece la película, y que la suspende en su indolencia de
lago, acaba por sustentar la propia indefinición de las mujeres. La práctica
voluntaria de la prostitución supone el origen de un seísmo que contradice todo
lo demás, como una pregunta que al pronunciarse derrumbara las certezas erigidas hasta entonces. Malgorzata Szumowska, la directora polaca, retrata los cambios
de luz y color en los rostros como si en sus emociones microorgánicas
residieran las respuestas al conflicto. Pero los rostros también son máscaras
que se interponen a menudo frente a esa verdad resbaladiza que se escurre y se
escurre por las imágenes de la película.
Elles. Directora: Malgorzata Szumowska Guionistas: Malgorzata Szumowska y Tine Byrckel. Intérpretes: Juliette Binoche, Anais Demoustier, Joanna Kulig, Krystyna Janda, Louis-Do de Lencquesaing. 96 minutos. Francia/Alemania/Polonia, 2011.
Elles. Directora: Malgorzata Szumowska Guionistas: Malgorzata Szumowska y Tine Byrckel. Intérpretes: Juliette Binoche, Anais Demoustier, Joanna Kulig, Krystyna Janda, Louis-Do de Lencquesaing. 96 minutos. Francia/Alemania/Polonia, 2011.
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